Durante este periodo de gobierno los retos han sido enormes y gracias al equipo de trabajo, que ha ido cambiando dependiendo las necesidades ciudadanas, hemos podido sacar adelante el Plan de Desarrollo y superar crisis como la pandemia, la económica y las protestas sociales que, hasta el día de hoy, dejaron una frase que retumba permanentemente en mi cabeza: “Yo quiero estudiar, para cambiar la sociedad”.
Esta arenga gritada a todo pulmón por miles de jóvenes en las calles de Colombia expresa el principal objetivo que debe tener el servicio público: enfocar todos sus esfuerzos para garantizar educación digna, de calidad y pertinente para todos los niños, niñas y jóvenes, sin excepciones.
La educación debería ser, como lo hemos proyectado en Bucaramanga, la columna vertebral de los programas de gobierno.
Hoy podemos contarle al país los logros educativos de la Ciudad Bonita.
Hemos garantizado el Plan de Alimentación Escolar desde el primero hasta el último día de clases a más de 33.000 estudiantes y cerca de 2.300, que están en condición de vulnerabilidad, tienen transporte escolar gratuito en sus veredas o zonas de difícil acceso.
Además, este año terminaremos de entregar los 20.000 computadores que prometimos al iniciar nuestro gobierno. Son herramientas para que todos puedan tener acceso al conocimiento, mayores oportunidades de aprendizaje, se formen para su futuro y estén al nivel que requiere hoy el mercado laboral.
Triplicamos las becas de educación superior. Mantuvimos a los 700 estudiantes becados por el gobierno anterior y superamos hoy los 2.100 beneficiados. Estoy seguro de que estos jóvenes serán mejores seres humanos, tendrán un futuro brillante y nos ayudarán a “cambiar la sociedad”. Queremos universidades llenas y cárceles vacías.
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Dignificamos los centros educativos con la reconstrucción de más de 60 colegios. El próximo 23 de enero en su regreso al colegio tendrán lugares nuevos, limpios, seguros y que les generarán confianza.
Construimos más de 10 salas STEAM para que los estudiantes aborden el mundo de la ciencia y la tecnología rápidamente y estén a la altura de los retos que impone hoy la cuarta revolución industrial, que poco a poco se convierte en la tendencia económica global.
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Avanzamos en la construcción de la Política Pública de Bilingüismo para que aprender dos idiomas no sea un privilegio de unos pocos, queremos acceso total al conocimiento para que tengamos jóvenes más conectados con el mundo y con más oportunidades laborales.
Hicimos una apuesta por la educación técnica para más de 4.500 artistas en la Escuela Municipal de Artes, EMA, donde hoy reciben clases de forma gratuita y pulen sus habilidades en danza, teatro, música, artes plásticas, entre otras disciplinas.
Tenemos 200 jóvenes talentos, promesas del deporte bumangués, a los que les damos clases especializadas desde el Instituto del Deporte para que sean los futuros Falcao, Messi, Mariana Pajón, Nairo de nuestra ciudad y junto a sus familias salgan adelante y cumplan sus sueños.
Hasta los adultos mayores reciben clases en los Centros Vida, donde garantizamos que tengan una vejez feliz y digna.
Han sido muchas las obras y acciones que hemos emprendido desde la Alcaldía para que nuestros jóvenes con educación nos ayuden a cambiar nuestra sociedad para evitar que, cómo también dicen, “vayan a la lucha”.
La educación es la herramienta transformadora que permitirá tener una ciudad con mejores ciudadanos, libres, más productivos, más éticos, más conscientes ambientalmente, más sanos, más políticos y más seguros.
Invertir en educación es invertir en un mejor futuro para todos y todas, lleno de oportunidades y en paz.