Otras medidas conjuntas de control como el ‘Pico y Cédula’ y permisos laborales se expiden a la entrada de las estaciones.
Fotografía: Prensa Alcaldía de Bucaramanga
Exigentes medidas que buscan controlar que las disposiciones de bioseguridad tanto nacionales como municipales se cumplan a cabalidad, está llevando en a cabo la Secretaría de Salud y Ambiente de Bucaramanga en las estaciones de Metrolínea.
Durante esta gestión el grupo de inspección de esta secretaría revisa en cada pasajero que la temperatura corporal no esté arriba de los 38 grados centígrados, razón que llevaría a que la persona no pueda ingresar al sistema y deba ser atendido en otra circunstancia de salud.
Cabe destacar que la fiebre alta es uno de los síntomas asociados al Covid-19, y por ello resulta necesario reconocer en cada persona su temperatura. El control de fiebre se cumple tanto al ingreso como al egreso de la estación. Además, se revisa que los pasajeros porten debidamente el tapabocas y los funcionarios le recuerdan el lavado o limpieza de las manos.
Hasta el momento, y según se pudo establecer, los profesionales de la salud no han detectado a personas con temperaturas por encima de los 38 grados.
La labor la cumple un inspector y un profesional de la salud con cinco (5) equipos que están ubicados en las estaciones de Provenza, San Mateo, Quebradaseca y UIS.
Asimismo, de manera conjunta con la Secretaría del Interior de Bucaramanga, se realiza el control de ‘Pico y Cédula, si el ciudadano cumple con los permisos de movilidad o si va a desarrollar labores de construcción, actividad que ya fue autorizada por el Gobierno Nacional.
Bogotá, Medellín y Bucaramanga son hasta ahora las primeras ciudades capitales con servicios de transporte masivo que implementan controles de salud a sus usuarios, como una estrategia válida de anticiparse a que la pandemia siga causando más personas enfermas.
Por: Édgar A. Sánchez