Su carrera duró dos años. Un año y medio estudió en el centro penitenciario y los seis meses restantes los culminó siendo taxista en el área metropolitana. Conozca la historia de este joven que se benefició con las becas de la Alcaldía de Bucaramanga.
Aunque nunca esperó estudiar en una cárcel, a Johan Manuel Rodríguez Galvis la vida le dio una segunda oportunidad. Esta vez, fue académica y gracias a una beca que le otorgó la Alcaldía de Bucaramanga a través de la Secretaría de Educación municipal.
Su historia demuestra que cuando se quiere se puede y que entre “rejas y rejas”, como menciona el beneficiario, logró realizar sus estudios como técnico profesional en Logística Comercial en la institución universitaria Fitec.
“Uno siempre sueña estas ayudas porque allá adentro esto sirve mucho. Uno estando solo muchas veces piensa: uy, por favor un libro. La biblia me ayudó mucho, pero estudiar cambió mi vida”, expresó Rodríguez Galvis.
Estando recluido, Rodríguez perteneció a la comunidad llamada Nuevos Horizontes, que pretende resocializar a muchos de los jóvenes que están en centros penitenciarios. Quien tiene ‘la batuta’ de este programa, es el dragoneante del Inpec, Heriberto Flórez. Él es alma y vida de estos procesos de desintoxicación, apoyo, terapia y fue un ángel para este hombre becado por la Administración Municipal.
La carrera de Johan Manuel duró dos años, en la cárcel estudió un año y medio y los seis meses restantes de su técnica, los culminó por fuera mientras trabajaba como taxista en el área metropolitana de Bucaramanga.
“Muchas veces me tocaba estudiar desde el celular, donde estuviera mientras salía una carrera y mi esposa me ayudaba a traducir los trabajos cuando tenía clases de inglés. Aprendí a decir good morning y luego miraba como cada día mejorar todo eso. Fue un reto”, señaló Rodríguez.
Actualmente, el Programa Municipal de Becas de Educación Superior de la Alcaldía de Bucaramanga, habilitó 1.325 becas de las cuales jóvenes de estratos 1, 2 y 3 pueden hacer parte.