Fueron 2.200 computadores los entregados en colegios oficiales de Bucaramanga para ser utilizados por los estudiantes de escasos recursos que están en casa.
Fotografía: Prensa Alcaldía de Bucaramanga
Descargar audios: Juan Carlos Cárdenas Rey, alcalde de Bucaramanga / Ana Leonor Rueda Vivas, secretaria de Educación de Bucaramanga / Ana Isabel Pino Sánchez, rectora del colegio Santander
En la institución educativa Santander, el alcalde de Bucaramanga Juan Carlos Cárdenas Rey entregó oficialmente a su rectora y directivos 70 computadores que van a facilitar en los próximos días el ejercicio académico de estudiantes de los grados 10 y 11.
En su intervención, el mandatario local ratificó el compromiso de su gobierno con la educación del municipio, especialmente con sectores educativos vulnerables.
“No logro concebir una ciudad desarrollada sino arrancamos por las bases fundamentales que es la educación, una ciudad educada es futuro, desarrollo y nos da la oportunidad de ser ciudadanos responsables”, indicó el alcalde.
La primera autoridad del municipio agregó que la presencia de los computadores en los colegios oficiales debe complementarse con una buena conectividad.
Por su parte, Ana Leonor Rueda Vivas, secretaria de Educación de Bucaramanga, destacó el compromiso que hay por parte del alcalde de la ciudad con los colegios oficiales.
“Vamos a seguir trabajando tenemos unos recursos en el Plan de Desarrollo y una meta importante para este cuatrienio para aumentar el número de computadores en los colegios oficiales”, dijo.
Por su parte, Ana Isabel Pino Sánchez, rectora del colegio Santander, manifestó que la entrega de los 70 computadores tiene un valor institucional. “Nuestro colegio se identifica por las políticas públicas de apoyo a los más necesitados y los 70 estudiantes que van a recibir estas tabletas son quienes realmente las requerían”, precisó.
En los próximos días la rectora de la institución será quien entregue a los padres de familia y estudiantes en calidad de préstamo el equipo para el trabajo en casa.
Por: Édgar A. Sánchez