En el último año, la defensa del Páramo de Santurbán ha tenido importantes victorias. Logramos que la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales – Anla, archivara el proceso de licenciamiento a Minesa y que 82 parlamentarios firmaran una proposición rechazando la explotación en los páramos de Colombia. Esto se dio gracias al trabajo articulado entre los distintos actores cívicos como el Comité para la Defensa del Agua y el Páramo de Santurbán con la Alcaldía de Bucaramanga. Sin embargo, la defensa aún no ha finalizado y se vienen nuevos retos en la protección de nuestro preciado ecosistema.
Fotografía: Archivo Prensa Alcaldía de Bucaramanga
En los próximos días, el Ministerio de Ambiente reiniciará el proceso de delimitación del Páramo de Santurbán y todos los santandereanos debemos estar muy atentos de esta conversación, y velar porque la nueva delimitación proteja el ecosistema de forma integral y defina una ruta de atención a los habitantes de las zonas paramunas.
Este nuevo proceso se da luego de que la Corte Constitucional derogara la Resolución 2090 de 2014 del Ministerio de Ambiente, la cual trazó la actual línea de páramo que, dicho sea de paso, apenas roza el megaproyecto de Minesa, ya que no contó con la participación de las comunidades en la decisión, obligando al Ministerio a redefinir la hoja de ruta para la delimitación.
Muchas dudas y preocupaciones quedan en el aire, y todos los santandereanos y colombianos debemos estar muy vigilantes del proceso, ya que la delimitación puede ser un canto de sirena para abrir la puerta a la explotación a gran escala con la excusa de que se va a desarrollar fuera del páramo.
Esto quedó evidenciado en el anterior proceso de delimitación, el cual no sólo trazó la línea apenas unos metros por encima del gigantesco túnel de Minesa, sino que además fue carente de información técnica de vital importancia para la protección de las fuentes de agua como son los estudios hidrogeológicos que definen la conectividad hídrica entre el páramo y su región de influencia y amortiguamiento, es decir, el subpáramo y el bosque alto andino.
La protección del Páramo debe ser integral y debe cobijar sin miramientos la totalidad del ecosistema: páramo, subpáramo y bosque alto andino. Si se hace de otra forma o se dejan por fuera las zonas de amortiguamiento, la delimitación sólo será una excusa para explotar el ecosistema. Estaremos atentos.
Juan Carlos Cárdenas, alcalde de Bucaramanga