Conozca la historia de Jefferson Villamizar y Luis Alfonso Ortega, dos hombres que compartieron más de 19 años de dura realidad en la calle y que ahora tienen un hogar, gracias a los esfuerzos del alcalde, Juan Carlos Cárdenas.
El camino hacia la inclusión social no fue sencillo. Durante 12 meses, el esfuerzo de la Alcaldía de Bucaramanga y la Fundación Santa Rita de Casia, brindó el apoyo necesario a Jefferson y Luis para que pudieran encontrar la fuerza y la esperanza de cambiar sus vidas.
Les proporcionaron alojamiento, alimentación y cuidados, pero también terapias ocupacionales, atención psicológica y física, que les ayudaron a sanar y a recuperar la fe, que alguna vez creyeron perdida.
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La magia de este proceso de inclusión no solo les brindó una segunda oportunidad, sino que también les abrió las puertas hacia dos tipos de familias que hoy son su ancla y su refugio: Su familia de sangre y su familia adoptiva.
Por su parte, Jefferson Villamizar se convirtió en el primer beneficiario en ser acogido por una familia adoptiva. Un acto de amor que trascendió los lazos de sangre y demostró que el apoyo puede estar en el corazón de quienes quieren brindar una oportunidad a quien lo necesita.
La emoción fue inmensa cuando Jefferson conoció a su nueva familia adoptiva. No eran sus parientes de sangre, pero este lazo que se formó será inquebrantable. Una familia que abrió sus puertas y corazones para brindarle vivienda, alimentación y sobre todo, el apoyo emocional que Jefferson necesita para dar sus primeros pasos en este nuevo camino.
Aunque la vida ya le sonríe a Jefferson, este es solo el inicio. Aprovechó la oportunidad para continuar sus estudios en el SENA. Una decisión que le traerá un futuro donde sus habilidades y conocimientos serán la llave para abrir nuevas puertas.
¿Qué les espera a ellos después de pasar de la calle a un hogar?
El final del proceso de inclusión social no significó el fin de sus historias, sino más bien el comienzo de un nuevo capítulo que escribirán día a día.
Esta historia de Jefferson y Luis inspira a muchos a seguir el mismo camino. Alrededor de 30 personas más que se encontraban en situación de habitabilidad en calle, iniciaron su proceso de inclusión social durante la administración del alcalde, Juan Carlos Cárdenas y lo finalizaron con éxito.
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Hoy, 104 personas que se encontraban en situación de habitabilidad en calle y que actualmente están recibiendo la atención que merecen, gracias a los cuatro convenios establecidos por la Secretaría de Desarrollo Social.
Jefferson Villamizar y Luis Alfonso Ortega son la viva muestra de que nunca es tarde para empezar de nuevo. Su historia nos recuerda que cada logro alcanzado es una prueba de que la esperanza nunca debe perderse y que, con amor y perseverancia, los sueños pueden convertirse en realidad. ¡Gobernar es hacer!