Ni el clima, ni los largos trayectos evitan que los especialistas en rehabilitación lleguen todas las semanas a la humilde casa de Blanca y Gilberto Díaz, una pareja de campesinos que luchan contra los ataques de epilepsia de su pequeño de tres años.
José Gregorio, un menor con discapacidad múltiple, que en su cama, donada por la Alcaldía de Bucaramanga, recibe una vez a la semana la visita de cuatro mujeres con las botas bien puestas que le brindan apoyo fisioterapéutico, ocupacional, psicopedagógico, servicio de enfermería y apoyo psicológico para él y su familia.
Estas cuatro mujeres, que todas las semanas los visitan gracias a un convenio firmado con la Alcaldía de Bucaramanga, le devuelven el sueño a Blanca y a Gilberto de ver a su hijo mejor cada día.
En las cuatro paredes de su pequeña casa de tabla, cubierta con papel y piso de tierra, aún lucen las fotos de la hermana fallecida de José Gregorio, a quién la discapacidad le ganó la batalla.
“Llegamos a las veredas más lejanas con los procesos terapéuticos de habilitación y rehabilitación”, señaló Henry Murillo, coordinador de este programa, que en su silla de ruedas logró llegar a la vereda Santa Barbara.
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Para recibir este beneficio y un mercado mensualmente, Blanca y Gilberto expusieron su caso al número 3187827721 y se acercaron a la Alcaldía en donde recibieron apoyo.
“Antes el niño era quietico, pero con las terapias ya se mueve más. Gracias por ayudarnos a nosotros que tanto lo necesitamos”, señaló Gilberto Díaz, padre del menor.
Si usted vive en el campo y conoce a una persona con discapacidad. Comuníquese al número 3187827721. No están solos, en Bucaramanga le apostamos por la inclusión social.