En esta institución diez estudiantes con discapacidad visual cuentan con la atención de pedagogos que cumplen con la tarea de apoyo pedagógico.
Descargar audios: Juan David Galeano Murillo, estudiante josè celestino Mutis/Édgar Rico Hernández, docente de apoyo
Juan David Galeano Murillo, un joven de 13 años, estudiante de octavo grado de la institución educativa José Celestino Mutis jamás pensó que estando en casa aprendería tantas cosas sobre temas de informática.
Él, al igual que sus demás compañeros debió ponerse al día en el uso de las herramientas tecnológicas para no perder el ritmo de las clases que desde el mes de marzo de este año comenzaron a darse mediante aplicativos como zoom, Skype, meet, duo, hangouts entre otros servicios.
Para el inquieto joven, esta nueva experiencia de aprender en casa le ayudó a superarse, no importó para nada, que muy a pesar de la discapacidad visual que lo acompaña desde su nacimiento, las metas no pudieran cumplirse.
“Sabía de internet, pero no sabía qué era el Skype y qué era el Zoom, pero lo aprendí gracias al estudio en casa”.
En su vivienda, ubicada en el barrio Nápoles al noroccidente de Bucaramanga, Juan David extraña volver a estar en el salón de clases para sentir el ruido propio de un colegio, el correr y la algarabía de sus compañeros, y por supuesto hablar con sus amigos aunque no los pueda ver.
A largo plazo, el estudiante espera graduarse como abogado por qué le gusta leer, pensar y solucionar problemas. Del colegio agradece que han estado atentos con él en estos tiempos virtuales. En una sola palabra incluyentes. Aunque llama la atención de algunos profesores que lo ponen a dibujar porque él no ve, “mi madre muy amablemente me ayuda a dibujar”, expresó.
Emilce Murillo Díaz, madre de Juan David recordó que se trasladaba desde la vereda la Renta cerca del Municipio de Lebrija, hasta Bucaramanga para que su hijo de 3 años aprendiera el Lenguaje Braille, luego lo puso estudiar en el José celestino Mutis en donde ya está habituado a sus compañeros, que lo admiran por su inteligencia.
“Juan David es muy feliz y a él no se le dificulta nada, mi Dios le dio una inteligencia muy grande”, manifestó.
Édgar Rico Hernández, docente de apoyo de Juan David indicó que gracias a un programa lector de pantalla (Jaws), y mediante la plataforma zoom o Skype, ha podido darles las indicaciones sobre tareas a los estudiantes. “Al comienzo fue algo complicado pero ahora todo está bien”.
El maestro, que también tiene una discapacidad visual sostuvo que, la institución ayudó a conseguir computadores a cuatro estudiantes, después su tarea consistió en enseñar el uso del internet, cómo comunicarse, recibir correos, intercambiar guías y entregar tareas.
Para quienes en casa sin poder ver lograron sus propósitos de aprender la tecnología, hoy la tarea está cumplida, gracias a que sintieron como nunca la presencia de la rectora de la institución, Esperanza Toloza y la comprensión e inclusión de sus docentes.
Finalmente Juan David Galeano Murillo dejó un mensaje de resiliencia y fortaleza a quienes teniendo no quieren y a quienes sin tener se desaniman.
“No me hace falta la visión, me basta ver con los ojos del alma”.
Por: Édgar A. Sánchez