La institución informa que la ciudadanía equivocadamente viene reportando las jornadas de fumigación como si fueran incendios. Recuerde que una falsa alarma implica el desplazamiento de equipos y de personal con detrimento de los recursos de la institución.
Descargar audio: Teniente Alexander Duarte Fletcher, del Cuerpo de Bomberos de Bucaramanga
Falsas alarmas que hacen perder el tiempo y el correcto funcionamiento de la entidad, son las que viene recibiendo el Cuerpo Oficial de Bomberos de Bucaramanga en sus líneas de emergencia durante los últimos fines de semana.
Estos casos están relacionados, de acuerdo con el teniente Alexander Duarte Fletcher, con jornadas de fumigación para el control de plagas que particulares o empresas privadas están llevando a cabo y la comunidad, erróneamente, las reporta como incendios.
Esto está ocasionando traumatismos, puesto que al termonebulizar un humo, la comunidad piensa que se está originando un incendio e informa al número de emergencia de tal situación, teniendo nosotros que desplazarnos desde la estación hasta el sitio de emergencia y al llegar constatar que se trata de una falsa alarma”, señaló el vocero del organismo de socorro.
El hecho de estas características más reciente se presentó el pasado fin de semana en un local comercial de la zona céntrica de la ciudad, en donde los residentes del sector, al ver una densa capa de humo que salía del establecimiento, alertaron sobre un supuesto incendio que luego fue desmentido.
Para evitar más falsas alarmas, la institución bomberil pide la colaboración de las empresas de fumigación para que previamente den aviso sobre estas actividades en la línea 119 o al teléfono 6704249.
Queremos pedirle el favor a la comunidad, a los empresarios, quienes están realizando fumigaciones o termonebulizaciones que, por favor, nos avisen cuando vayan a realizar dichas actividades”, agregó Duarte Fletcher.
Según cifras del Cuerpo Oficial de Bomberos, durante el primer semestre de este año se atendieron 98 llamadas de emergencia que a la postre terminaron siendo falsas alarmas.
Por: Daniel Quintero Duarte